LA ESTÉTICA EN LA EDAD MEDIA
Si reflexionamos acerca de la estética medieval podemos tomar las apreciaciones de Edgar de Bruyne, quien a diferencia de los que acusan a la Edad Media de ser una época oscura y reproductora de modelos estéticos antiguos, consideró que la Edad Media aportó definiciones nuevas y originales a estas ideas clásicas antiguas. Una de las fuentes que ha influido en la concepción estética de esta época surge de la propia Biblia, las páginas de la Escrituras que han ejercido mayor influencia son el GÉNESIS y los LIBROS DE LA SABIDURÍA. Es que en la Edad Media la belleza se asimila a la idea de la divinidad, y desde el Génesis se entiende ya que la creación del hombre pone los cimientos del simbolismo estético: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. La Edad Media no cesará de decir en que toda forma es bella en la medida en que manifiesta alguna similitud con la belleza divina. Dios situó al hombre en el Paraíso que los poetas de la EM celebraron como el paisaje más bello del mundo. Según Bernardo Silvestre y Alano de Lille, DANTE (Purgatorio XXVIII) dedica sus inmortales versos a la belleza del Jardín del Edén:
Un´aurora dolce, sanza mutamento
avere in sé, mi feria per la fronte
non diu piú colpo que soave vento
Otro de los aspectos que se reseñan en la obra de Bruyne es la importancia del neoplatonismo en la construcción de belleza. La estética platoniana incluye una estética del número, una estética de la luz y una estética del símbolo. Para Platón la belleza sensible es el reflejo de la Belleza en sí, infinita, esencial, completamente pura. Así en la Edad Media el mundo es bello porque es la imagen de la belleza de Dios. El mundo está hecho a la imagen de Dios y el hombre a la imagen del mundo. La mayoría de los autores medievales no desarrollan este simbolismo en sus mínimos detalles, se dan por satisfechos con consideraciones generales.
La Edad Media contaba desde sus orígenes con diversas estimaciones sobre el carácter estético de la luz espiritual o visible. Pero hasta el Siglo XIII, tras haber estudiado los tratados de Alhacén sobre la óptica y la perspectiva,la teoría de la luz no se transforma en un sistema general del universo. La estética de la luz se puede seguir,aunque sea implícitamente,en la mayor parte de los diálogos clásicos de Platón.
En esta estética el Bien y lo Bello ( como en la herencia de Platón) se eligen por su propio valor. “...Lo bello es así un bien que se impone por sí mismo a la elección y por esa razón “exige” ser amado,apreciado,alabado. Si se quiere definir desde la teoría de lo deleitable,lo bello es un bien que nos place precisamente por considerarlo como un bien…”. Estas consideraciones son evidentemente de carácter moral.
La Edad Media va recuperando poco a poco sus ideas antiguas asimilando progresivamente a Beocio, por una parte, y a los sabios musulmanes por otra. Los manuales en los que inspira _ tanto el quadrivium como los del trivium_ desempeñan un papel esencial en la formación de sus ideas y de su terminología estética y artística.
Otro aspecto a tener presente es que la para la Edad Media los problemas del contenido de la Literatura no son menos importantes que los de la forma técnica. La veracidad poética y la calidad moral del poema es un tema que pasa a ocupar un primer término.
Respecto a la Antigüedad la estética medieval no se distingue precisamente por los temas que elige el arte,está influida por el Cristianismo con mucha mayor profundidad, en el alma y en el espíritu. El carácter especial del simbolismo medieval,de su filosofía del arte, y de su actitud ante la belleza se explica por el Cristianismo. La Antigüedad, la Edad Media y el Renacimiento no se plantean de igual forma los problemas estéticos. Los antiguos extraían sus fórmulas de la observación directa y de consideraciones inmediatas,en cambio los medievales se encontraban ante unos textos que se proponían refundir en síntesis más o menos logradas. de ahí el carácter “verbal” y “escolástico” de la estética medieval,evidentemente entroncado con el intelectualismo y el metafisicismo presentes tanto en la creación artística como en la especulación.
Por último la música dada por los números y la luz terminan casi por cerrar este compendio de elementos que permiten definir la estética medieval. Todos ellos desde la existencia en el mundo antiguo pero desde la visión propia del mundo medieval cristiano.
Los géneros literarios se reinventan casi desde cero en la Edad Media, pues el conocimiento que se tenía de la cultura clásica grecolatina era muy limitado.
La poesía épica, expresada a través de cantares de gesta y poemas caballerescos, no debe nada a la tradición homérica, sino a antiguas leyendas orales germánicas o célticas que giran en torno al rey Artús (Arturo), los torneos entre caballeros, los amoríos de caballeros y damas. Hay un género que mezcla poesía y prosa: la chantefable, como la historia de Aucassin et Nicolette, de autor anónimo, del siglo XII.
Lo mismo pasa con la poesía lírica, cuyas manifestaciones primeras, como las jarchas mozárabes, las canciones provenzales, los poemas del dolce stil nuovo, no deben nada a los grandes poetas grecorromanos, sino a situaciones sociales concretas.
En cuanto al teatro, religioso o profano, vuelve a nacer como en Grecia de las ceremonias religiosas, pero no esta vez en honor de Dionisos, sino a partir de la liturgia cristiana.
La narrativa, con sus múltiples géneros (fábulas, cuentos, apólogos, ejemplos…) procede de las tradiciones orientales, no de las literaturas clásicas.
Solamente cuando las lenguas nacionales ya están bien formadas y vitalizadas, cuando los géneros literarios ya han sido recreados desde su propia tradición, concretamente a partir de los siglos XIV y XV, con el llamado Prerrenacimiento, algunos escritores cultos, como Fernando de Rojas, Petrarca, Boccaccio, etc., vuelven la vista hacia los grandes maestros de la antigüedad para imitarlos y ponerlos de ejemplo. Se crea así el humanismo, que conducirá, en el siglo XVI, a la plenitud del llamado Renacimiento, donde la cultura clásica grecolatina será ejemplo para todos los escritores europeos.
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